GTA: el origen de un gigante

Este martes 17 sale a la venta en todo el mundo el que es, sin duda, el juego del año. Estamos hablando, como no puede ser de otra manera, de GTA V. Notas por encima de 95 en casi todos los casos, gráficos a caballo entre la generación que se acaba y la siguiente, horas y horas de juego en el mapa más grande que se recuerda… Poco podemos añadir aquí que no se haya dicho ya.

Desde Elretroconsolero queremos analizar de dónde viene la serie y cómo ha llegado a entrar en el Olimpo de los videojuegos, por derecho propio. Empecemos desde el principio.

A mediados de los 90, Dave Jones, apasionado de los videojuegos, tuvo una genial idea. Se encargaría de transformar toda una leyenda, Pacman, en un juego para adultos. En sus propias palabras: “Los peatones eran las bolitas. El jugador tenía que dar vueltas, atropellando a las bolitas y consiguiendo puntos por ello. Los coches de policía eran los fantasmas. Así que, en realidad, los principios fundamentales del juego son los mismos que los de Pacman”.

A esta premisa, con el desarrollo, se le fueron añadiendo ideas que han llegado hasta las generaciones actuales. Una ambulancia acude a socorrer a un peatón atropellado. ¿Por qué no robar también la ambulancia? ¿O un coche de policía? En Pacman, las bolitas gordas permitían librarte de los fantasmas durante un rato. ¿La solución en GTA? Pintar el coche (Pay ‘n spray a partir de GTA III).

Police are about to have a real bad day, rezaba la tagline del juego

El proyecto sufrió otras modificaciones hasta el producto final. Por ejemplo, en un punto de su desarrollo, el jugador interpretaría el papel de la policía y su misión sería detener a los ladrones de coches (el juego se llamaba, en este punto, Race ‘n Chase). Sin embargo, esta idea se descartó porque no ofrecía al jugador la libertad que buscaban sus creadores.

Así, en 1997, y con una calificación de +18, veía la luz el primer Grand Theft Auto. La recepción por parte de los medios especializados no fue la esperada. En plena eclosión de los juegos en 3D, un juego de perspectiva vertical no tenía mucho que hacer en el mercado. Para muestra, Metacritic, que le da un 68 de media al primero y un 70 al segundo, lejos de las puntuaciones abrumadoras que reciben hoy en día los juegos de la serie. Aunque se apreciaba su originalidad en el planteamiento, se le criticaba sus controles, sus gráficos o la falta de variedad en el desarrollo de la partida.

En su origen no destacaba por el apartado técnico

¿Cómo surgió una de las series más grandes de este mundillo de un juego mediocre? Como en muchos otros casos, de la publicidad, aunque no en la forma que esperaban desde el estudio.

El juego pronto llegó al Parlamento británico, donde se debatió si debía prohibirse el juego, ya que, decían, podía constituir un peligro para la seguridad vial. La fama del juego corrió como un reguero de pólvora y pronto los responsables del estudio se vieron en debates en los medios, defendiendo su juego ante micrófonos de periodistas, políticos e incluso representantes religiosos.

De manera inevitable y ante la sorpresa de sus creadores, las ventas se dispararon del día a la noche. Con la nueva inyección económica, el estudio arrancó el desarrollo en 3D. Sin embargo, tenían un acuerdo con Sony para desarrollar la secuela en la primera Play Station, que no era capaz de mover lo que en Rockstar (entonces, BGM) tenía en mente. Así surgieron GTA II, casi una expansión del primero, o GTA London 1969, que no era más que la versión para PS de una expansión del primero y que quería capitalizar, precisamente, en la polémica originada. Mientras tanto, el estudio trabajaba en lo que sería la auténtica revolución en el mundillo: GTA III.

Lo demás es historia. Misiones expandidas, mapas enormes, objetivos secundarios, saltos, personajes inolvidables, partidas de bolos… Hablan las noticias de los 200 millones de dólares que Rockstar ha empleado en la creación y promoción de GTA V. Parte de ese dinero, sin duda, viene de una polémica sobre un juego que, en el fondo, no era nada del otro jueves.